Pequeños pañuelos de seda para primavera verano, ideal souvenir de Barcelona para el mundo. Luce todo Gaudí – Sagrada Familia, Casa Batlló.
Sencillas, transparentes y atractivas cajas cúbicas. que contienen unos pequeños pañuelos de seda para colocar alrededor del cuello, de la muñeca o como diadema en la cabeza, son todo un proceso de contrastes. Todos y cada uno de los pañuelos de seda están inspirados en espacios arquitectónicos o ambientes artísticos. Todos ellos referentes de nuestro territorio, diseñados por los grandes arquitectos y artistas;
Las luces de colores a través de los vitrales coloridos que llenan el interior de la Sagrada Familia de Gaudí por la mañana o con el sol de media tarde. El tejado o el patio interior bañado por una catarata de luz de la Casa Batlló. El trencadís cerámicos de las chimeneas del Palau Güell también del fabuloso Antoni Gaudí. El mural de Malvasia del techo del Palau Maricel de Sitges o incluso los motivos florales de las baldosas cerámicas del modernista Hospital de Sant Pau diseñados por Lluís Domènech i Montaner.
Un pedazo de cultura y arte perfecto para llevar al lugar de origen. Después de unas vacaciones encantadoras, para hacer un regalo a los que más se quiere. Un detalle especial para un recuerdo duradero. Calidad, pertenencia y cariño en un solo producto.
Un souvenir de alta calidad ideal de Barcelona
Daba Disseny encuentra en esta figura geométrica el envoltorio ideal para los pequeños pañuelos de seda para regalo. Que contienen la infinita relación de un espacio y un tiempo distintos al habitual. Un recuerdo de un viaje a otro mundo distinto de lo cotidiano. La perfecta geometria de las cajas cúbicas son un recorte preciso del lugar visitado. Sobretodo si dentro de este contenedor tridimensional encuentras la referencia pictórica, estética, sensual y cultural de lo que los viajeros han disfrutado durante su estancia en la ciudad visitada.
Gaudí, el modernismo catalán, Dalí y, sobretodo, la esencia artesana de los profesionales que trabajan directamente la materia: los vidrieros, ceramistas, escultores, forjadores… Ellos, de hecho, són los protagonistas, muchas veces anónimos, de los grandes artistas arquitectónicos. De la sintonia entre todos nace el arte en mayúsculas, las grandes obras arquitectónicas, las escuelas de arte.
Esta grandeza se recoge en estos pequeños receptáculos cúbicos, transparentes, dejando entrever la belleza de una etapa y de una gente que vivieron y vibraron con su época.
Esta es la visión: la intuición del artista que ha diseñado estas pequeñas joyas de seda que, a la vez, embellecen el cuello, la cabeza o la muñeca de una chica joven a muchos kilómetros del origen donde han sido concebidas. Y les proporcionan un encanto y atractivo singular y elegante.
¡Disfrutarlas y entrad en la frescor de lo nuevo!
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